Virginia Verónica
“Todo lo que se da de verdad, de corazón, desde lo mucho o poco que puedas saber, lo alto o lo bajo que puedas haber llegado, hay que darlo sabiendo. Y si uno lo da con ganas el que lo recibe lo recibe igual. Iremos a dar lo mejor el 12”. (Virginia Verónica)
Y llegó el 12 de setiembre para realizar el tributo a sus maestros de la vida y de la música. Un show que –según sus palabras- se convirtió en el que siempre quiso hacer.
La
cronología dice que abrió el espectáculo con un tema de music-hall, para luego homenajear
en un tema lírico a quien fue su gran maestro de técnica: Juan Manuel Miró.
El
homenaje continuó con un bloque de folclore en referencia a los padres que
fueron sus primeros maestros también en la música.
Luego, el esperado bloque de tango como solista para incorporarse después Carlos Rossi e interpretar juntos El Día que me quieras tras una previa delirante.
El final fue con sus colegas, amigas y admiradas Marian Cortés y Yasmín Ventura
donde cada una de ellas en su género (como lo hicieron todos los artistas)
interpretaron en solo y a dúo con Virginia.
Cierre a jazz y music–hall.
Los bailarines Juan Pablo Bulich y Rocío García Liendo (tango) y Florencia Méndez y Pedro Zamin (folclore).
Imposible no mencionar a Karlos Kerr en vestuario y asistencia artística.
Lo
que la cronología no puede contar son las emociones vividas por la artista y
por el público. Un público que, transcurrido casi todo el show, se mantuvo
expectante: la atención traducida en silencio, silencio quebrado por los
aplausos y las carcajadas. Porque la profesionalidad, el talento y el humor,
son un todo en ella.
Bibi Albert al presentarla la definió muy bien: “Ella cantando es toda ella, no hay una arista de una artista por un lado y una persona por el otro, no, la intensidad con la que canta es la traducción de su temperamento y su vida.”
12
de setiembre de 2014
fotos
Javier Pacheco