jueves, 29 de septiembre de 2016

RAUL PORCHETTO

45 años con la música


La primavera suele llevarnos hacia los recuerdos de la adolescencia. Y si sos de mi generación, a BArock, a los artistas que dieron identidad al rock nacional.
El pasado jueves 22 de Septiembre el Teatro Coliseo tuvo esos vientos y aromas primaverales. Uno de estos artistas festejó sus cuarenta y cinco años con la música, grabando por primera vez una placa en vivo.

Y sus seguidores no fallaron: colmaron el teatro. Raúl, en ida y vuelta con la gente, brindó un concierto de tres horas junto a varios admirados amigos que la carrera musical le dio.






Se apagaron las luces. Seguimos al saxofonista que por el pasillo central llevó su melodía hasta el escenario: Facundo Arana nos anunciaba el inicio de una “noche mágica”, palabras repetidas a lo largo del show.


Con imágenes de un relato que hablaba de lo esencial, la voz de Santiago Pont Lezica dio inicio al concierto de RAUL PORCHETTO.

Allí estaba Raúl en voz, en guitarras y teclados acompañado por su banda: Fernando Scarcella (batería), Danilo Moschen (teclado), Javier Torrecillas (guitarras), Manuel Llosa (bajo y coros), Dani Porchetto (teclados, armónica, coros y voz), Antonela Vinancia y Ana Clara Porchetto (coros).


Hubo momentos para evocar, por ejemplo, a Lalo de los Santos.

Hubo tiempo para meditar: “… soy muy agradecido, por eso aquel que dice ‘yo me hice solo’ ¡qué lástima que no se dio cuenta!...”.

Y el tiempo se detenía para cantar.
Para cantar con Willy Iturri en batería.


O por primera vez interpretar en un escenario la Obertura de Cristo Rock junto a Lito Vitale.



Para hacer duetos con su hermana Ana Clara en “Los cisnes no cantan cuando mueren” y con Sandra Mihanovich recordando su Mercedes natal en “Mercedes en silencio”.
















Todos sus éxitos estuvieron compartiendo voz dulce con Nito Mestre… con León Gieco de quién dijo “cuando la barca se me alejó de la orilla, me ayudó a volver”… con Juanse para rockearla.





El espíritu de Sandro, crean, no solamente estaba en pantalla. Para recordar aquel momento invitó a Palito Ortega reinterpretando ambos “Bailando en la vereda”.


Bailamos todas y nos pusimos de pie al decir en el corazón ¡nunca más! también en “Reina Madre” y otra vez con aplauso cerrado en “Bicentenario” junto a León.


Por una vez vivimos lo impensado; tras el saludo final con la banda, vuelve a subir el telón, y allí estaba PORSUIGIECO a pleno: Raúl Porchetto, Charly García, Nito Mestre, León Gieco y María Rosa Yorio.


Todo el concierto fue para cantar con nosotros hasta el final con “El fantasma de Canterville” sumándose nuevamente, ya en el cierre, Juanse e Iturri.



Gracias Raúl por esa noche.




Fue como lo esperabas, un concierto mágico.

Las emociones no fueron solamente tuyas.




Ya no tenemos que viajar hasta la adolescencia. El recuerdo después de este show, nos queda mucho más cerca.



¡Felices 45
Raúl Porchetto!


fotos: María del Carmen Loiacono

domingo, 25 de septiembre de 2016

HIJO DEL CAMPO

La aridez de la soledad

El arquetipo del paisano sureño se nos enseña como el de una persona distante por sus silencios; de miradas que encierran recuerdos insondables para el visitante. De su trato con los animales y de la piel curtida por el frío viento y con tiempos extensos como su paisaje.

El director de teatro, guionista y actor Martín Marcou personifica a uno de ellos, a un anónimo hijo del campo.
Entre sus soliloquios reconocemos al ser sometido a la rutina, al mandato paternal, y a pesar de ello, logra descubrirse diferente a través del amor en un ambiente donde la hostilidad y el autoritarismo apresan la libertad, la condiciona, y de una u otra forma son asesinos de la vida.



HIJO DEL CAMPO es poseedor de un gran guión porque narra en una historia chica temas muy profundos, donde Marcou se luce en una excelente interpretación.
La potente, suave y melodiosa voz de Carolina Curci en los temas elegidos nos hace transitar -en el transcurrir de ese día-, por los estados del alma del protagonista.
Ambos protagonizan un dueto en escena para ponerle voz al silencio, al grito, al desgarro, al dolor, a la sinrazón, a la inmadurez, a la ciega confianza, al crecimiento, a la diversidad… al deber ser para no ser. Y al querer ser, si lo decides.


En el marco de teatro para tod@s, que no te engañe el precio de la entrada por accesible.
Es para que todos puedan ver una gran obra.

HIJO DEL CAMPO      Sábados 20.30hs
Espacio Tole Tole (Pasteur 683)



fotos: Espacio Tole Tole