Elías
Miguez y su ópera prima
Lo preconcebido de la mujer: es
el sexo débil.
Y la sorpresa es que la mujer
puede ser devil, diabólica según quien la observe o con qué lascivia la
desee.
Así –de acuerdo a los ánimos y
la cultura- se la maltrata, viola o educa. Se la prohíbe y se la abusa. Se la
trata como un objeto.
Y ella… quiere matar… y se
quiere matar.
O se conforma… o está sin saber
muy bien quién es… o sabe y es partícipe de ese consumo.
Y así también la mujer enaltece
o rebaja su condición.
Se deja arrastrar hasta que lo
superfluo puede llegar a ser lo cotidiano. El cuerpo como una máquina de deseo
o la belleza como fin.
Pero ninguna es igual a otra. Y
ese es el mareo para el otro que quiere ‘que sea’ en lugar de aceptar ‘como es’.
De todo esto (y mucho más)
habla SEXO DE-VIL de Elías Miguez, obra teatral (de las ‘fuertes’) que el
próximo sábado a las 21hs dará la última función de la segunda temporada en el
Teatro La Tertulia (Gallo 826).
Preguntas, respuestas y más
preguntas genera esta obra que no es fácil de ver porque el ser mujer y el
cuerpo de la mujer están en el tapete.
No es una obra que inquiete
desde el texto, la misma interpela desde lo físico expresando los sentidos y
sentimientos.
Para ello realizan con ductilidad
y dominio su trabajo en escena Pamela Campos, Priscila Favre, Sonia Isola,
Carolina Pitetti, Cecilia Slamecka y Miguel Patiño sobre un texto de Elías
Miguez (director) y Ana Franco.
Este joven y prometedor
director nos relata más sobre esta experiencia:
“Esta
obra nace de un cuestionamiento que yo me estaba haciendo porque soy director y
autor de la obra. Hay algo en la sociedad argentina que se está instalando y
que tiene que ver cómo tratamos a la mujer, qué es ser mujer hoy y en
definitiva qué rol ocupa esa mujer en la sociedad.”
“Luego
tuve la oportunidad en una cátedra que di en el Instituto Universitario
Nacional del Arte de cruzarme con algunos de los actores que hoy son parte del
elenco y empezar a trabajar un material. Hubo algo de ahí que nos gustó y se
formó el colectivo que nos agrupa ‘Los algo nunca
fuimos nada’. Estuvimos elaborándolo
durante el 2013 y el año pasado estrenamos. Ahora estamos finalizando nuestra
segunda temporada.”
“En
la última función de la primera temporada sentimos gusto a poco. Ahora el
elenco está maduro para empoderar el discurso por el que transita la obra, que
es un discurso muy fuerte.”
“Quiero
pensar que la visión del hombre hacia la mujer no es siempre la de
mujer-objeto. Pero es muy complejo, porque la mirada misma de la mujer a veces
es la consumista, la que se arregla y se formatea a esa visión de objeto.”
“SEXO
DE-VIL está magnificado, pero basado en la realidad, desde allí extraemos nuestro
material.”
“A
mi gusta que vengan hombres y se den cuentan que el piropo es un acoso
callejero, que penetra el ser de la mujer sin permiso, sin querer entablar una
conversación.”
“La
pregunta que se hace SEXO DE-VIL es ¿qué
es ser mujer hoy en día? La obra esboza respuestas una tras otra. Pero
definitivamente yo creo que nada tiene que ver con un rol biológico y sí tiene
que ver con un rol completamente social donde va ocupando diferentes
quehaceres. Y además, me parece sano pensar que la mujer no es solamente
aquella que nació mujer.”
(Elías
Míguez)
fotos:
tehagolaprensa