domingo, 29 de junio de 2014

GOSPEL JAZZ BAND

Haciendo historia con el jazz


Regresaba a casa tras un día de desasosiego y al pasar por la Iglesia Presbiteriana San Andrés vi que la capilla estaba iluminada y se escuchaba desde ella jazz del mejor.
Obviamente entré. El templo estaba lleno de gente y allí ellos: los siete varones que integran la Gospel Jazz Band y que desde hace diez años vienen realizando conciertos gratuitos en este lugar de Dios, para deleite de todos los que quieran ir.




Se nota que son amigos, hay complicidad en escena. Y jazz de alto vuelo.
Imposible quedarnos quietos o que no exulte el corazón al ritmo de Los santos vienen marchando.
Escucharlos me cambió el día.

A continuación un resumen de la entrevista realizada a Elías Bajer director de la Gospel Jazz Band:

“Este grupo se formó por amor, la música nos une, con Gaby el tecladista nos conocimos desde hace 28 años y seguimos siendo amigos y juntando. Así fuimos creciendo y creyendo que la Gospel Jazz Band tiene raíces lindas de fe y amor, y seguimos unidos porque nos gusta tocar.”
“Esta banda tiene la raíz ligada con el jazz y desde allí aparece mucha música: blues, black spiritual, el rock… tenemos un género que nos gusta que haya ritmo, armonía. El jazz moviliza a la gente.”
fotos EAN

“Hemos recorrido Argentina de arriba para abajo y también actuamos en otros países. Nosotros consideramos que con el jazz, con la música podemos hablar de armonía, armonizar relaciones. Colocar una nueva melodía en la gente es lo más importante que les podemos brindar.”
“La música no me fue inculcada en casa pero me fue permitida. En la medida que se podía comprar, iba adquiriendo instrumentos, principalmente de vientos.”
“Uno recuerda mucho la música porque entra por el corazón, entonces cualquier cosa que le coloquemos encima va a penetrar sin filtros. Nos permite a colectividades distintas, familias distintas, personas distintas, instrumentos distintos, partituras distintas, todo distinto, encontrarnos en la música porque la música es la que une.”

(Elías Bajer)  2014