martes, 16 de diciembre de 2014

LA TROCHITA

Un tren que se hace querer



Argentina: un gran territorio con ciudades densamente pobladas y todo el confort en contraste con pueblos existentes a pulmón por sus pocos habitantes, para quienes el valor de la solidaridad, la tierra y el trabajo es inconmensurable.

Y las distancias que son enormes cuando los ferrocarriles cierran, quedando esos pueblos cada vez más lejanos y viviendo sus habitantes otra realidad, a otros tiempos; muchas veces de la mano de Dios y de sus propias manos porque no quieren transformarse en pueblos fantasmas. Se saben pueblos con historia.

 

El amor hacia “La Trochita” tren emblemático de nuestro sur argentino, hizo que Ezequiel López y su familia (entre sus recorridas sureñas) viajaran hasta allí para tomar fotos y recoger testimonios. Y les pasó como suele pasar en estos casos, volvieron con mucho más de lo que llevaron.

“Cuando vas a la Patagonia en auto y empezás a tener amplitud, horizonte llano, cambia todo: baja el ritmo cardíaco, la respiración, ves en otro nivel las cosas; y cuando llegás después de dos días de viaje tenés otro ritmo…”

“Una vez que hiciste click y te relajaste, ahí te abren la palabra. Y nunca más se callan. Vas por medio día a sacar fotos y te quedás cuatro porque te dicen ‘tenés que hablar con tal’, ‘quédense, carneamos un chivito y a la noche comemos’, ‘quédense a dormir acá’...”.

“Hay pueblos como Río Chico donde solamente hay un teléfono y si hay televisor la antena es con una papa. Unicamente llega Radio Nacional y en una determinada franja horaria”.

“Es gente muy solidaria y con otros tiempos. Estar allá de esta manera y no en circuito turístico, te aporta algo nuevo a la historia de encontrarte con el otro. El libro de La Trochita significó ir por cada pueblo dónde alguien tiene siempre algo para hablar del tren: porque vivían del tren, se quedaron sin trabajo por el tren, porque están abandonados porque no hay tren… y porque extrañan el tren. Entonces siempre hay algo para que te cuenten.”  
(Valeria Douglas)


“Yo me siento más cómodo en la Patagonia que en donde nací que es aquí en Buenos Aires. Me siento más vital, me gusta el frío, los extremos. A mí me encanta que el día empiece con sol, a la mitad haya una tormenta, un chubasco o empiece a nevar. Ir a pescar en plena lluvia, volver muerto de frío y comer algo bien calentito y sentarme al lado del fuego: es maravilloso. Y esto solo te lo propone la Patagonia.”

“El tren me fascinó siempre por lo que había leído. En un viaje que hicimos en invierno subí a La Trochita y fue maravilloso, más de lo que yo esperaba.”

“De cada libro escribo una bitácora de viaje. Cuando escribí lo de La Trochita, fue tomar un camino nuevo al encontrarme con la historia de la gente. Vivía lo que ellos me contaban: los relatos de los abuelos que construyeron el tren, los padres que trabajaron en los talleres, y el hijo (por caso) que era maquinista.  Me encontraba en vertical con tres generaciones y con personas que en ese espacio eran importantes: son los grandes protagonistas de esta historia de amor por este tren.”

“La vía tiene 402km y hoy está funcionando en dos tramos de 20km; todo el resto en general está en condiciones de andar pero hay varios pueblos que han quedado aislados y el tren no los alcanza (salvo que se arme un charter). Por ejemplo, Río Chico es el pueblo más lejano y hay gente que mantiene las vías en buen estado porque el tren podría llegar a pasar en algún momento (aunque ese momento sea totalmente incierto).”

“Fuimos encontrando en pueblos de sesenta personas las cuatro que tenían algo para contar. En la actualidad hay dos libros ya impresos sobre La Trochita que se están comercializando y un tercer libro de tapa dura, con fotos a color y bilingüe que estamos intentando comercializar.”


“Cuatro años nos llevó escribir el primero y presentarlo. Para nosotros, cada día que pasaba era un compromiso con toda la gente que nos había contado cosas porque queríamos llevárselo y que vieran que lo que habíamos dicho era verdad: que íbamos a escribir un libro desde lugares extrañísimos, arriba de una motorhome y en medio de la lluvia.”
(Ezequiel López) www.librosdeviaje.com.ar

Fotos: Javier Pacheco