Músico, intrépido y
soñador
Gente
de Buenos Aires, les AVISO: desde hace unos años se pasea por nuestra ciudad un ángel
soñador, terrenal por lo bohemio y etéreo por lo transparente de su ser.
Corremos el riesgo de que se viralice en nosotros contagiándonos sin remedio el amor por el arte, la constante inquietud por descubrirnos, y el querer enriquecernos aliándonos con el otro simplemente porque así lo sentimos.
Todo
esto esconde este ser disfrazado ante el mundo de armoniquista (o armonicista),
escritor, compositor, amante del blues y el tango.
Dice
llamarse Kevin Carrel Footer y este es el resumen de la entrevista realizada
hace algunas semanas en el bar La Poesía (¿acaso con su espíritu soñador podía
elegir él otro lugar? No)
“Salí a los veinte
y pico de años con una mochila y una armónica desde mi California natal e hice
un viaje a dedo con los camioneros y en trenes de carga hasta
New Orleans.”

“Tengo mi estudio
universitario pero no es de música. No soy músico de academia. Soy autodidacta,
callejero. La música siempre estuvo en mí como oyente y me ha movilizado mucho.
Intenté tocar varios instrumentos (guitarra, saxo, oboe, piano) pero con
ninguno conectaba.”

“Yo vengo de los
suburbios de California (nada blusero, aunque en Oakland sí hay armoniquistas).
Sentía que me faltaban cosas para tocar el blues, ver los pantanos del
Mississippi… pero en realidad a nadie le faltan cosas para esta música porque
este género habla de temas universales que están dentro de nosotros.”
"Hay muchos armoniquistas que me encantan. En
el ’96 me gustaba Sonny Boy Williamsom, y aún hoy todos los de la vieja época del
blues. Ahora mi referente es Jasson Ricci. No toco como él pero su espíritu, lo
que él hace y lo que expresa con la armónica me inspira profundamente.”
“Desde el año ‘92 que estoy en Argentina siguiendo una intuición. Así empezó, así nació, yo soy de seguir las intuiciones y quería conocer Buenos Aires teniendo la idea de quedarme durante algún tiempo.”
“Sin saber por qué
me llamaba la atención venir a Argentina, presentía que este país tenía muchas
cosas para enseñarme y que yo tenía que aprender (aunque en ese momento no lo
podía explicar). Terminé la universidad y sin hablar castellano vine para acá.”
“Una cosa que me
marcó profundamente cuando llegué es que cuando la gente supo que era recién
arribado y estaba sin conocer a nadie, esas personas me abrieron su amistad, sus
casas, sus familias, sus fiestas, sus asados para mí. Esa apertura y amistad ha
sido constante en mi vida acá.”
“Es increíble el
mundo musical que hay en Buenos Aires: de talento, de generosidad y de juego.
Porque también hay mucho intercambio entre los músicos. Es muy común acá que la
gente te invite a sus shows y no vas para ganar plata, se va para tocar y esa
es una riqueza maravillosa. Esa combinación entre la música y lo humano es una
de las cosas más lindas que te pueden pasar.”


Cuando escribo no puedo mentir. Algunos escritos tienen que ver con el tango,
pero todo tiene que ver con mi vida y evolución en Buenos Aires.”
“Conocí a María
Volonté cuando ella cantaba en el Tortoni. Unos amigos me llevaron a verla y
escucharla y me fascinó. Años más tarde empezamos a trabajar juntos.
Emprendimos una gira en el 2008 por USA en combi presentándonos en lugares
multitudinarios y otros muy pequeños e intimistas. Donde había lugar para
tocar, ahí íbamos: clubes de jazz en el camino o festivales con ochocientas
personas.”
“Lo que descubrimos
fue la sincronía que había entre el tango y el blues: ambos vienen de la
marginalidad, la emigración, la pérdida, la lejanía, la nostalgia, los sueños
perdidos… y también tienen las letras para sobrevivir a esas cosas que nos
pasan. Era natural que ambos géneros se juntaran.”
“Lo último que
estoy haciendo (siguiendo el instinto) es Claroscuro. Con Mimí Fragonard nos
inspira mucho el trabajo de los bailarines de tango y flamenco Juan Pablo
Ramírez y Daniel Arroyo que han competido en el Mundial de Tango como pareja
hombre y hombre. Nos encanta lo que ellos hacen como artistas y nos gusta tocar
para bailarines, y también para ellos sentir ese ida y vuelta con la música en
vivo.”
“Confío no tanto en
el concepto teórico al emprender un nuevo espectáculo: me guío con lo que
siento. Y sentía que debía hacer algo con estos chicos. El proyecto evolucionó
y lo vamos perfeccionando tras cada presentación. Ahora tiene un guión pero no
pierde la improvisación. Nunca descansa en la rutina. Con los invitados cambia
la energía que nos nutre y nos desafía.”

“Tiene tanto para
dar Blue Tango y Claroscuro que estos siguen siendo mis actuales proyectos.”
(Kevin Carrel
Footer)
Fotos: del archivo de Kevin Carrel Footer