María Kodama y el
recuerdo de Borges sobre el judaísmo
Hay
reseñas fáciles de escribir por lo breve, ya que no hay que hacer
presentaciones: del escritor Jorge Luis Borges y de María Kodama hay mucha
bibliografía escrita, y de la cercanía que sentía Borges por el pueblo judío
(su cultura, su espíritu) también es sabido.
Sobre
este aspecto de Borges es que CIDiCSef (Centro de Investigación y Difusión de
la Cultura Sefardí) rindió un homenaje al escritor mediante la presentación del
libro Borges: el Judaísmo e Israel y haciendo entrega de una
placa distinguiendo a la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Para la
ocasión estuvo presente la Sra. María Kodama quien compartió, además, recuerdos
y poemas de Borges en relación al evento.
“Para
Borges el libro era algo fundamental en su vida, tenía un respeto casi sagrado
por los libros. La lectura de la Biblia le llega a él por casualidad. Para los
católicos a fines del s.XIX principios del s.XX estaba prohibida a los fieles su lectura porque el catolicismo tenía miedo a la mala interpretación de los textos; en
cambio los protestantes (su abuela era inglesa y protestante) tenían la
obligación de transmitir la Palabra. Todavía hoy en día, en las mesas de noche al lado de las camas está
la Biblia. Su abuela le transmitía los textos religiosos de memoria. Allí su interés por las letras judías
religiosas. A esto se suma la idea que él tenía que por parte materna podría descender
de judíos sefaradíes.”
“La
cábala le interesaba muchísimo. La intrincada relación que parte de las
palabras, de la fuerza de esas palabras, del número de las palabras… todo eso a
él le producía un enorme interés intelectual. Toda esa complejidad en esas lecturas
hacían que él sintiera una hermandad espiritual con ese pueblo.”
“Otra
de las cosas que Borges admiraba es como un pueblo -disperso por el mundo- por
su fe y por su lengua consigue, a pesar de estar disperso, una unidad.”
fotos Gabriel Capurso/Agencia DVNews |
Al
finalizar y tras firmar varios ejemplares del libro, la Sra. María Kodama -con
exquisita amabilidad- contestó la única pregunta que le hice como anticipo de
una entrevista ya programada:
MK:-“Pienso
que todo eso es de algún modo producto de una imaginación increíble: la cábala,
las palabras, las letras, la concordancia o no, todo eso le fascinaba. Y además
el hecho que se diga ‘En el principio era el Verbo’… ya está todo. Ahí está
todo dicho. Eso produce para quien ama las letras una fascinación increíble.”
(María Kodama)
23 de julio de 2014